lunes, 28 de febrero de 2011

De próxima aparición: ya veo la bala en mi cabeza

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Hola!

Finalmente he decidido editarme yo mismo el libro que me traigo entre manos. Una autoedición pura y dura, sin intermediarios y elaborado casi de forma artesanal. Al objeto de ajustar al máximo la tirada, me gustaría hacerme una idea acerca de cuántos estarían interesados en su adquisición. El libro estará listo para mediados del mes de marzo y, aunque lo suyo es que haya una presentación como mandan los cánones, no estoy ahora mismo en condiciones de asegurarlo por una serie de circunstancias que no vienen al caso. Así que es posible que sólo pueda distribuírse por correo postal.

Pues eso, el que quiera que me lo diga cuanto antes aquí o en mi mail. Ya concretaremos más adelante. Ah, el precio: será lo más bajo posible.



Estos son algunos comentarios que he recibido respecto al nuevo poemario:

"El autor opta en este Ya veo la bala en mi cabeza por desnudarse, para lo que emprende un viaje por su biografía más íntima. A la manera de un diálogo sereno y lúcido consigo mismo, en el que se aúnan introspección, ternura y una cierta ironía, el poemario avanza sin artificios ni florituras, como queriendo en cada momento subrayar, sin renunciar a la lírica más honda, este tono conversacional".

"Después de todo lo escrito, Zúñiga vuelve a sorprendernos".


De todas formas, daré un poco más la brasa con un mailing masivo, jeje.
Se os quiere y se os besa.



sábado, 26 de febrero de 2011

un ratito

Hay canciones que valen más que mil poesías. Por ejemplo, esta ranchera que me canta María Pasión:





Un ratito.

Yo no quiero estar sola,
yo quiero estar contigo,
desde que tú te fuiste
estoy hecha pedazos.
Quiero verte un ratito,
tan siquiera un ratito,
quiero estar un segundo,
un segundo en tus brazos.


Señor, Señor del cielo,
no me quites mi gloria,
la gloria que me diste.
Señor si fue pecado
quererle tanto y tanto
por qué lo permitiste.


Yo no quiero estar sola,
yo quiero estar contigo.
Tengo miedo de todo
ni matarme he podido.
Ven y dime cobarde,
búrlate si es preciso,
aunque luego te vayas
quiero verte un ratito.


jueves, 24 de febrero de 2011

tuya es la luz

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¡Qué insensatez acumular recuerdos
cuando es viva la luz!
Ante tu pecho erguido no hay ocaso,
amanece sin pausa un nuevo día,
presencia inacabable,
inagotable fuente de horas vivas,
regazo sugerido de futuros descansos.
Tuya es la luz, no hay nadie
que pueda arrebatarme la antigua claridad,
ningún recuerdo, ninguna hermosa historia
frente al irrefutable resplandor que hoy emanas,
precisamente hoy, hoy sobre todo,
mansa luz que se filtra
por cada poro de tu cuerpo adulto,
poderoso, a golpes de oleaje
cincelado. No cabe recordar,
sólo morir amando sorbo a sorbo.



sábado, 19 de febrero de 2011

entre recuerdos

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Recuerdo aquellos días
en que el silencio era un grito de amor.
Recuerdo calles nada solitarias
y en medio dos personas que eran,
por simple azar, hombre y mujer,
o tal vez niño y niña sorprendidos
en pleno trance de vivir.
Recuerdo aquellos días, sonriendo,
tu pelo al viento sobre el acantilado,
recuerdo la risa triste del adiós,
la certeza festiva del periódico, el ímpetu
de la mañana en punto del domingo.
Te recuerdo en la estación perdida,
en el vagón cargado de deseos,
tan húmedo el andén, tantos rumores
de viajeros incógnitos, pañuelos
escribiendo la historia más banal.
Te recuerdo cada suspiro involuntario,
cada relámpago atravesando
nuestra anatomía, leve caricia
de la lengua, leve clamor de estrellas,
súbita somnolencia tras la pasión furtiva,
lo recuerdo; afilado cuchillo
ciego ante el precipicio,
un salto en el vacío, un beso, una esperanza
colmando el horizonte terrenal de mis días.

Oh, sí, yo lo recuerdo,
imagen amarilla, amor, amor...





jueves, 17 de febrero de 2011

abrigo mío

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Boca mía, pecho mío, abrigo
mío tu boca, tu pecho, amor.

En todo cuando no estás,
en todo tu sombra honda, tu apacible
pasión inmarchitable, tus susurros sonoros,
una tenaz presencia.
Como la hiedra trepas lenta, esférica,
te adueñas del espacio,
haces de la memoria un juguete fatídico
porque todo eres tú cuando no estás.

Tu boca, tu pecho, abrigo
mío mi boca, mi pecho, amor.



martes, 15 de febrero de 2011

historia no escrita

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La historia no se escribe, no se escriben los sueños,
los sutiles bostezos cuando despunta el sol,
la comunión perfecta de quehaceres y gestos,
el placer de aquel cuerpo penetrado, tangible,
ensimismado en otro, enajenado
en la soledad simple de ser amado, amante.

La historia es, simplemente, no atinan las palabras
a relatar la luz glacial sobre los ojos,
el éxtasis, la espera,
la ulterior placidez atravesada
por un súbito vuelo de palomas.

Quién lo dijera, amor, quién lo dijera
que sin estar escrito iba a ser cierto todo.


domingo, 13 de febrero de 2011

carta en el parador Enrique II de Castilla

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Para mí mismo escribo y para ti
en esta casa de recogimiento
las palabras desnudas, que quisieran
ser de la vida llama, y de la historia,
y ahora sólo son lluvia, son llanura
que penetra la noche; viene el río
de aguas oscuras hasta la ventana.
Están sonando ya las campanadas
en la torre lejana, suenan dos
campanadas, las dos de la mañana;
suenan, y ya no sirven las palabras
para algo más de lo que sirve un gesto.

Para mí mismo escribo y para ti
y son las dos de la mañana y lloro
porque al fin sé que las palabras sirven
sólo para llorar, no hacen historia,
escriben cartas cotidianas
que a veces, es verdad, también consuelan.

Libre de todo pensamiento inhóspito
en este parador de la frontera
te escribo, pues, la carta que mañana
guardarás entre olvidados libros:

Querida mía, es ya la madrugada
y siento mis entrañas que son tuyas;
no son tuyas: son tú, porque tú eres
el ser de mis entrañas.
Aunque la vida pasa cada día la libertad es hoy,
frente a estos chopos que requiebra el viento
entre una lluvia sosegada y quieta.
Hoy, cuando son las dos de la mañana,
y tengo ganas de llorar, y lloro,
ya intuyo que tus labios prodigiosos
serán la eternidad. Un fuerte abrazo
y muchos besos de tu buen amigo.

Cuando acabé la carta tú dormías.
Cuando yo me dormí, te despertaste.
Y así pasamos muchas, muchas horas.



viernes, 11 de febrero de 2011

sólo el amante

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No importa, no, la vida, vivir es lo que importa.
La vida es la querencia, apegarse a la forma
de ser de los que viven, aferrarse a la muerte
inexorable, cierta. Vivir es otra cosa.
                                                        Las sartenes
con forma de lunas enlutadas, las sábanas
cumpliendo su papel de mortaja,
las cárceles sentidas como dulces hogares
y las palabras dichas en el momento justo:
la vida es eso.

                       Callar,
querer amar, sentir en las entrañas
la indecible tristeza de saberse querido,
todo lo despreciable porque no tiene precio
y la locura última de anhelar lo que es tuyo:
eso es vivir.

Sólo vive el amante, lo demás es la vida.



miércoles, 9 de febrero de 2011

fuera métrica

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Qué despótico el verso, cuántas vacilaciones,
no es posible: decirte lo que siempre me callo
debe ser más sencillo que todo este calvario
laborioso y violento de la literatura.

Tengo tangos y auroras, tango tingo y boleros
total, para decirte –no es mucho– que te quiero;
que estás en el origen del magma conjuntivo,
en la imagen borrosa de las manos cortadas,
en el poema número veinte y en el punto
donde todo se extingue, en la calima vista
a través del espejo,
entre las rosaledas del parque del Retiro
y en el más lamentable rastrojo del poblado:
estás donde no debes
porque tú, que sí tienes un tiempo y un espacio,
has ido a dar aquí, en este mar sin fondo
que succiona implacable y no sacia la sed.

Y menos mal que puedo después de tanto tiempo
compartir más o menos idénticas palabras:
pasan días cadáveres hormigas,
seguimos invistiéndonos de presunta inocencia
y hasta a veces pensamos que alguien piensa en nosotros.
Yo sólo pienso en ti.
Con tanto amor que al tiempo puedo llegar a odiarte,
con tanto amor que tengo que quererme a mí mismo,
con el amor y el odio que consume mis noches,
tanto el amor que quiero volarme la cabeza
y el magma conjuntivo y el presagio borroso
y las manos cortadas y el trasluz del espejo;
caray con la retórica, ahora mismo mi anhelo
es destrozar la métrica. Así:

te quiero.



lunes, 7 de febrero de 2011

en su ausencia

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Es cierto, prefiero que te vayas:
es el único modo de que la casa entera
se reclame tan tuya, los objetos que siempre
manejas con tan discreto tacto y eficacia son,
cuando tú no estás, objeto de la más rendida
admiración, todo sin ti refulge, recobra
sus nítidos perfiles la casa cotidiana.
Entonces la ternura invade los rincones
y soy feliz llorando, y espero tu regreso.
Por eso,
es cierto, prefiero que te vayas.

sábado, 5 de febrero de 2011

II RECITAL "ANTOLOGÍA SIGLO XXI". Esta tarde

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RECITAL INTERNACIONAL DE POETAS
"ANTOLOGÍA SIGLO XXI"

DIABLOS AZULES
c/Apodaca, 6 (Mº Tribunal o Bilbao)
Madrid

5 DE FEBRERO DESDE LAS 21,00 HORAS A LAS 23,00 HORAS

ORGANIZA Y PRESENTA: FERNANDO SABIDO SÁNCHEZ

LEERÁN SUS POEMAS:

-ÁNGEL GUINDA

-CARLOS HUGO MAMONDE (ARGENTINA)

-CECILIA QUÍLEZ

-JOSÉ LUIS ZÚÑIGA

-MAR BENEGAS

-PABLO GUERRERO

-RAQUEL LANSEROS

-SALOMÉ ORTEGA

-YOLANDA SAÉNZ DE TEJADA

-ZHIVKA BALTADZHIEVA (BULGARIA)


Y LAS CANCIONES DE CLARA BALLESTEROS

EL RECITAL SERÁ TELEVISADO VÍA INTERNET EN EL SIGUENTE ENLACE


jueves, 3 de febrero de 2011

tal vez necesite tu amor

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Tal vez necesite tu amor
para barrer algún rincón
en mi diario de soldado raso.
Quique González



Quisiera verte despacio.
Quisiera ver cómo el tiempo
envejece
el contorno de tus labios,
tus pupilas, seguramente tu risa
sonará glauca, yo quiero
verte despacio, volver
a verte. La vida
tiene aristas de nostalgia:
es mejor la lentitud, la que da el tiempo
pasado. La vida.

Quisiera verte despacio.


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martes, 1 de febrero de 2011

una pena

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Pena del silencio adentro
contigo voy a encontrarme,
que no me pregunte nadie
cómo acabará el encuentro.

Las palabras se deslizan
entre mis dedos, las letras
son un chorro sin sentido
que bailan en un cuaderno.

Se me han perdido las zetas
y las uves, ya no entiendo
ni jota del alfabeto.

Pena, pena de los negros
presagios, voy a tu encuentro.