viernes, 19 de febrero de 2010

nota en mi cuaderno de notas

Mi amor no se redime con un Gloria,
necesito un Magnificat,
y eso es mucho pedir para quien nunca
tuvo un coro de vírgenes.

Esto lo escribo
mientras escucho la Novena de Mahler,
su fuga hacia la nada, su estruendoso
calderón de silencio. El auditorio
tose, esa es mi redención.


Lo que queda
http://jlzuni.blogspot.com/

2 comentarios:

Manolo Jiménez dijo...

Todos tenemos redención.

Por más que hayamos escuchado muchas novenas o las hayamos hecho rezar.

Abrazos.

Jose Zúñiga dijo...

Me pillaste el juego de la Novena! Y sí, supongo que sí, la tendremos...