lunes, 20 de abril de 2009

pompas fúnebres

Cuando me muera entero
seguiré siendo enteramente tuyo.

Cuando vuelva a ser polvo
seguiré siendo polvo enamorado.

Cuando me envuelva el aire
seguiré refrescando tus vigilias.

Y cuando al fin regrese del infierno
al enésimo día,

seguirás a mi lado, tú, mi estatua,
con todas tus palomas.

1 comentario:

Montse Oleart dijo...

Pues no sé como he llegado aquí, pero sí que me ha gustado leerte, eres muy a pie de calle, como la inmensa mayoría que intenta escribir y hasta a veces lo consigue, enteramente leíble, un placer de los buenos.
Besos.