sábado, 28 de marzo de 2009

recuas urbanas

Ayer volví al bareto.
Estaba lleno.
Yo me sentí vacío
como cuenco sin agua.
Los ídolos, de barro,
espejismos
de cristal sin azogue.

No volveré al bareto:
amo sin amo,
el amor puede más que la canciones.
Hoy dormiré tranquilo, espero
descansar en paz.
Y mañana saldré
a darme un buen paseo
por el parque
o por el cementerio.

No volveré al bareto,
no volveré a dejar
que me hagan trampas,
que jueguen
con las cartas marcadas.
Todo me ha parecido
una mala comedia,
entre la pantomima
y el vodevil barato.

No volveré al bareto.
No lo echaré de menos,
está de más. No más
extravagancias.
Prefiero criar malvas
a tener pesadillas.

No volveré al bareto:
no me siento rebaño
ni hombre de lentejuelas
(me refiero
al plato de lentejas).
Menos bromas.

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