miércoles, 4 de marzo de 2009

desasosiego

No puedo acostumbrarme
al silencio ominoso de la tarde.

El rojo atardecer que fue tu pelo
anochece de golpe. Tengo miedo.

Me despierto sin dar las campanadas
y emborrono acuarelas que no son ni fantasmas.

No puedo convencerme
de que ya no estarás cuando regrese.

3 comentarios:

María Socorro Luis dijo...

Qué bonito!...Me gusta mucho todo lo que escribes. Y tengo la impresión, que sin ningún esfuerzo.
Muxu bat. Soco

Jose Zúñiga dijo...

Me cuesta, me cuesta... pero va saliendo. Y al poema de hoy le tengo un cariño especial.

dijo...

ha sido muy oportuno leerte hoy... justo cuando echo de menos mi propio recuerdo en rojo.

besos, jl. gracias por escribir y no dejar de compartir :)